(La gran apuesta)La crisis inmobiliaria y financiera de 2007-08 se refleja y explica en este film, por la acumulación de viviendas y la burbuja económica. Constituye una auténtica guía y añade un glosario de términos financieros, explicados por personajes conocidos como Ryan Gosling, Brad Pitt, Christian Bale y Steve Carell.
2 - Glengarry Glen Ross
(Éxito a cualquier precio) Es una película de 1992 protagonizada por Al Pacino, Ed Harris, Kevin Spacey y Alec Baldwin. Cuenta la historia de una agencia inmobiliaria en Chicago que lanza un reto a sus vendedores: el mejor ganará un cadillac, el segundo lugar, un juego de cuchillos, y el que menos venda será despedido. Imagina las estrategias de los personajes para llevarse el auto y evitar quedarse sin trabajo. Definitivamente es una cinta que no debes perderte.
3 - The Descendants
(Los descendientes) La venta de una parcela en Hawaii es el hilo argumental de esta película protagonizada por George Clooney, en la que se tendrá que vérselas con su propia familia y con un grupo inversor inmobiliario, antes de tomar la decisión final.
4 - American Beuty
(Belleza Americana) En esta excelente película vemos a Annette Bening interpretando a Carolyne Burnham, una ambiciosa vendedora inmobiliaria a la que sólo le importa el éxito profesional, la recordamos por la frase “Mi compañía vende una imagen y es parte de mi trabajo vivir esa imagen”, y por la competitiva relación con su inmobiliario rival. A pesar de sus motivaciones, nos enseña lo difícil que es vender una casa y lo complicado que puede ser tratar con clientes exigentes o que tienen expectativas muy altas por los fotos de un anuncio y terminan completamente decepcionados al conocer el inmueble. Una película muy recomendable.
5 - The Money Pit
(Hogar, dulce hogar) Protagonizada por Tom Hanks. La historia se centra en una joven pareja que encuentra lo que considera una verdadera ganga: una enorme mansión a bajo precio, el problema comienza cuando descubren que prácticamente está en ruinas. Los esfuerzos para renovarla resultan caros y desastrosos, y esto termina por afectar su relación. Esto nos lleva a una reflexión: ¿Permitirías que uno de tus clientes comprara una casa así? O peor aún, ¿venderías una casa así sin informarle al comprador de los costos de reparación? La respuesta es lo que separa a un verdadero profesional inmobiliario de un simple vende casas. Piénsalo.
Texto e imagenes: Pixel Inmobiliario