La realidad de nuestro sector es que no siempre se toma la decisión consciente y meditada de terminar trabajando en una inmobiliaria, simplemente, la vida o las oportunidades que se presentan, te llevan a esta profesión.
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Cuando has tomado la decisión de trabajar en el sector, lo primero que te planteas es la experiencia necesaria. Al contrario que en otras profesiones, trabajar en una inmobiliaria es cuestión de encontrar quien te dé la oportunidad.
Sin embargo, no todo es buscar trabajo a cara descubierta. Como hemos comentado en muchas ocasiones en el blog ICHI, es necesario formarse ampliamente en (al menos) estos aspectos:
Captación de clientes
Si quieres trabajar en una inmobiliaria, lo primero que tendrás que aprender son técnicas de captación de clientes a través de tu página web inmobiliaria o la de tu agencia. Existen muchas técnicas para captarlos. Puedes usar canales como Google, redes sociales, portales inmobiliarios, etc.
Gestión
Trabajar en una inmobiliaria exige una cantidad enorme de papeleo. Por cada oferta recibida por una propiedad, hay que realizar una serie de gestiones, entre las que se encuentran llamadas y correos electrónicos.
Por eso, aprender a ser un buen gestor inmobiliario y tener buenas herramientas es tan importante en esta profesión pues pasarás muchas horas al día realizando tareas muy distintas. Si no sabes gestionar tu tiempo y el de los demás, puede que tengas problemas.
Contabilidad y contratos
Trabajar vendiendo casas también implica saber qué es una hoja de excel. Una parte importante del sueldo de un agente inmobiliario se materializa en forma de comisiones, por lo que es necesario que controles los números de la operación inmobiliaria en la que estás inmerso.
Además, el agente pasa muchas horas al día enviando contratos y ofreciendo información legal a los potenciales clientes. Aunque no eres abogado, ni se pide que lo seas para trabajar como agente inmobiliario, la realidad es que debes conocer muchos aspectos legales de la compra venta inmobiliaria.
Técnicas de venta
No nos engañemos. Como en otras muchas profesiones, trabajar en una inmobiliaria significa vender.
Para cerrar operaciones necesitas conocer bien qué técnicas de venta aplicar según los puntos de dolor que encuentres en tu potencial comprador. No es manipularlo, sino saber salir al encuentro de sus inquietudes y necesidades.
