Un asesor inmobiliario realiza el servicio de asesoría basado en información de inmuebles disponibles, prestando un servicio de intermediación entre el propietario y el comprador.
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Toma en cuenta que un asesor inmobiliario no vende inmuebles, el que vende es el propietario, él asesor solo prestará su servicio de intermediación, realizando dos funciones:
1) Abogar por el propietario (cuidar, aconsejar y asesorar)
2) Abogar por el prospecto (conseguir el inmueble)
Una vez que el propietario o prospecto decide contratar tus servicios ya puedes comenzar a llamarlo cliente, pues ya te contrató para que realices la gestión de compra o venta, por tanto, cobrarás por realizar tu servicio, pese a que la operación no se haya realizado aún. Es por ello la importancia de definir bien qué es un propietario, prospecto y cliente.
El objetivo principal de un asesor inmobiliario es identificar las necesidades de tus clientes, focalizando el esfuerzo en una gestión inmobiliaria que satisfaga los deseos y necesidades tanto del propietario como del comprador, para ello te puedes apoyar en cientos de herramientas tecnológicas y estrategias de marketing inmobiliario.
Toma en cuenta el poder de la información, esta será la clave para lograr el éxito en este sector, ya que toda la información que recopiles respecto al inmueble, desde la ubicación, construcción, calidad de los acabados, especificaciones técnicas, etc., le permitirá a tu cliente tomar la mejor decisión, pues estará mejor informado gracias a ti.
