Además de en las webs inmobiliarias, hay otros canales online susceptibles de publicar anuncios de pisos, como en la página de empresa de Facebook e Instagram.
También te puede interesar: Blockchain y el sector inmobiliario
La diversidad de soportes en internet atiende a diferentes formas de navegación y comportamiento de los usuarios,
Los millenials pasan horas al día viendo imágenes y videos, principalmente de amistades y por ocio; para ellos es natural seguir consultando en el mismo medio otras informaciones, como la vivienda en alquiler que necesita.
¿hay que estar donde esté el comprador?
Lo mismo podemos aplicar al propietario; si está acostumbrado a acceder a un canal, como puede ser Facebook, seguramente se sienta más cómodo si puede acceder a información del mercado inmobiliario de su zona, en ese mismo canal, sin tener que salir de un entorno conocido.
Puede resultar extraño que en canales orientados al ocio, o a intercambiar objetos de segunda mano, se publiquen propiedades inmobiliarias. Pero siempre que el mensaje (el anuncio) esté contextualizado, es válido.
Se entiende que el contexto es adecuado cuando el mensaje, el lugar, el momento y el receptor, tienen un nexo común.
En Instagram tiene sentido colocar imágenes del interior de pisos para compartir, con hashtags tipo “#pisocompartido en”, para que los jóvenes puedan comparar las habitaciones disponibles en la zona y pedir opinión a sus contactos.