Un agente inmobiliario, es una persona que se dedica a prestar sus servicios de asesoramiento y gestión en la compra-venta o arrendamiento de un inmueble.
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Un agente inmobiliario tiene que tener unos grandes conocimientos sobre varias materias. Leyes, impuestos, contratos….en fin, es una persona muy preparada. Y por supuesto uno de los factores más importantes es su labor comercial, donde tiene que saber resolver todas las dudas y situaciones que le surjan y estar a la disposición temporal del cliente en el momento y lugar que éste desee.
Todos los días desde la mañana y muy probablemente hasta la noche, debe estar a disposición de visitar tanto pisos en venta como posibles clientes interesados en buscar su vivienda ideal y el agente debe encontrarla. Observar si las propiedades que van a vender cumplen unos requisitos y están preparadas para ser habitadas y ayudar a cumplir las expectativas de los compradores futuros.
El agente inmobiliario siempre es consciente de que el cliente que tiene va a realizar una de las inversiones más importantes de su vida. Ello requiere una empatía y una gran responsabilidad para él. Además como hablamos de inversiones muy elevadas, a pesar de su trabajo diario, el agente debe estar preparado para que una venta no salga adelante y seguir buscando sin descanso hasta dar con el piso de los sueños del futuro comprador.
Se forman día a día sobre nuevas técnicas con actitud y entusiasmo, ya que el mercado inmobiliario también avanza a un ritmo acelerado. Tienen que tener una gran disposición negociadora y siempre satisfacer a ambas partes. Es un trabajo muy complicado, pero sin duda, gratificante.
Lo que está claro, es que la experiencia y dedicación de un agente inmobiliario puede liberar de muchos problemas al comprador y es necesario tenerlo presente.