Hay momentos en los que, a pesar de haber tenido ciertos éxitos, sentimos que nuestro desarrollo profesional se ha estancado. Incluso llegando a formar tu propia empresa o convertirte en socio del negocio en el que trabajas no llega a calmar tus ganas de aspirar a más.
Empiezas a preguntarte si esa sensación de apatía es el resultado de un estancamiento en tu carrera y desarrollo profesional. Has conseguido todo lo que querías, pero aun así no te sientes bien y te preguntas “¿qué me hace falta?”.
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Para tu tranquilidad, debes saber que estos sentimientos son perfectamente normales y no están relacionados en absoluto con el puesto que tengas o el valor que aportas a tu equipo de trabajo.
Avance y desarrollo
Cuando se trata de nuestras carreras, el avance y el desarrollo no son lo mismo. Es completamente posible avanzar sin aprender cosas nuevas, adquirir nuevas habilidades o incrementar la capacidad para hacer lo que ya sabemos hacer bien. Son los momentos en los que no nos centramos en nuestro desarrollo profesional los que nos desorientan y la destruyen la autoestima. En otras palabras, es esencial que sintamos que nuestro trabajo tiene sentido y nos resulta gratificante.
Al hablar de desarrollo profesional no nos referimos a los créditos necesarios para terminar nuestra formación. Aludimos a las oportunidades de aprendizaje que nos ayudan a crecer más allá de nuestras obligaciones y nos convierten en un colaborador más capaz y ágil para la empresa. Además, debes deshacerte de los malos hábitos que te impidan buscar nuevas oportunidades.
Para ello, debes comenzar tu desarrollo profesional siendo honesto y sincero contigo mismo. Recuerda que, a diferencia de una promoción en el trabajo, nadie va a venir a felicitarte por seguir auto expandiendo tu carrera laboral. Para sentirte satisfecho, es imprescindible que identifiques lo que necesitas. De esta forma, podrás encontrarlo y no perderte por el camino.
No podemos escapar de lo que somos, de las habilidades que tenemos ni de los obstáculos que debemos conquistar. Solo nosotros tenemos la capacidad de evaluarnos, observarnos y actuar en consecuencia para conseguir lo que queremos; la capacitación contínua junto con las herramientas educativas pueden ayudarnos bastante para sentirnos realizados.
Una de las fuentes más seguras para conseguirlo son las tutorías. Rodéate de líderes de tu sector, tanto dentro como fuera de tu lugar de trabajo, y pídeles orientación.
Puede que al principio te intimide dar este paso. Sin embargo, la mayoría de los mentores quieren ayudar a las personas apasionadas y dispuestas a aprender. Demostrar tu interés en recibir orientación de alguien puede conducir a un buen crecimiento.
Tampoco te olvides de los libros, podcasts y demás recursos pasivos pues pueden beneficiarte en tu desarrollo profesional. Suscríbete a aquellos podcasts centrados en los temas en los que deseas mejorar, ya sean habilidades técnicas, conocimiento tecnológico o relaciones interpersonales.
La actual generación de población activa, tiene a su disposición toda la información que necesite. Es muy fácil acceder a todo tipo de recursos con las Nuevas Tecnologías. Por ello, en muchas ocasiones solo necesitamos estar motivados para dar el primer paso.