¿Has notado que ahora tus antiguos clientes nunca te vuelven a llamar para contratar tus servicios? ¿Y has pensado que si esto sigue así a medio y largo plazo puede suponer un problema para tu estabilidad económica?
En este artículo te queremos ofrecer una solución. Así que te animamos a que sigas leyendo y descubras cómo darle la vuelta a esta situación.
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Ahora hay un nuevo comprador. Es más exigente. Cuenta con muchos más conocimientos y oportunidades donde contratar. Puede elegirnos a nosotros como a otra persona con una búsqueda en internet, así que tenemos que ser conscientes de ello.
Ahora los clientes ya no solo buscan resultados. Estos los dan por sentado. Ahora se ha sumado el requisito de contar con un conjunto de valores que debemos cumplir.
Más allá de todo lo que te queremos contar en este artículo, es fundamental que no perdamos de vista que existe un objetivo fundamental y del que no nos podemos permitir olvidarnos.
Queremos guiar a nuestro cliente a través de un proceso de compra fácil y sencillo. Por lo menos para él y pueden que existan tantas complicaciones como problemas, pero debemos ser nosotros los que las solucionemos. Ya sabes que nuestro objetivo es convertir en fácil lo difícil. Para eso nos están pagando.
Encontrar un nuevo hogar para una persona lo puede conseguir cualquiera. Ahora bien, trabajar de manera personalizada y simplificar el camino a ese cliente, no tantos.
Es ahí donde podrás marcar la diferencia.
CREAR VALOR
Esperamos que no hayas pensado en dinero, porque esto es solo la consecuencia de trabajar correctamente. Y este tiene que ser el objetivo. Para ello debes trabajar de manera consciente en cada momento. Luchar por construir un servicio personalizado y desempeñar un trato único que desemboque en los cimientos de tu modelo de negocio.
Tu marca, a fin de cuentas, es lo que hagas cada día. Y eso solo se consigue con un trabajo poderoso. Con un compromiso total es como se consiguen beneficios prácticos y emocionales y una conexión duradera con el cliente.
TU CLIENTE ES UNA PERSONA, NO UN NÚMERO
Percibe el valor de este comportamiento. Y aunque pueda parecerte una tontería, no lo es. ¿Cuántas veces has sentido que no le importabas a una empresa con la que tenías un servicio contratado? ¿Cuántas veces ha sido más complicado contactar con quien ya trabajas de lo que es para alguien que no trabaja allí?
Por ello, si ofrecemos un servicio que sea de calidad, accesible y cómodo, estaremos marcando la diferencia. Porque aunque parece que esta idea está en la mente de cada uno de nosotros y que es lo lógico, la realidad es que no sobran las empresas que actúan de esta manera. Trátalo de manera única.
Te dejamos 3 consejos finales que resumen todo el artículo:
- La importancia de los intangibles es vital. Hay cuestiones que no se pueden reflejar más que en el trato humano. Ahí debemos estar.
- La personalización consigue un servicio único y todos queremos ser tratados como personas diferentes.
- Nunca se nos debe olvidar que el objetivo último del asesor inmobiliario es guiar a los compradores durante un proceso de compra sin complicaciones.
Con todo esto conseguirás aportar mucho más valor a tu cliente y marcarás la diferencia en el mercado. Está en tus manos obtener los mejores resultados. ¿Estás preparado para ello?
