El concepto Passivhaus surge en Alemania, tras una larga conversación entre dos profesores universitarios (de Alemania y Suecia) en los años 90.
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Pero, ¿en qué consiste este concepto?; pues bien, estos profesores llegaron a la conclusión de que mejorando una serie de normas, se podrían realizar construcciones reduciendo el consumo energético hasta un 75%. Esta bajada de consumo se centra fundamentalmente en la reducción de necesidades de calefacción y refrigeración.
El tema de la rehabilitación en México es relativamente nuevo y está siendo potenciado mayormente por temas inmobiliarios. Sin embargo, los arquitectos Marisa Egea y Alejandro Herrera desarrollaron en el año 2003 la tesis "Regeneración del uso habitacional en la colonia Juárez", que se llevó a cabo en el marco del Concurso Iberoamericano Passivhaus, logrando reducir las molestas variaciones de temperatura de un pequeño departamento ubicado en el barrio de Colonia Roma, en Ciudad de México.
¿Cómo se consigue el certificado Passivhaus?
Sencillamente optimizando recursos que ya existen
– Orientando las ventanas para mayor aprovechamiento del sol, tanto en calor como en ventilación.
– Escogiendo el grosor adecuado de aislamiento térmico de la estructura. Tanto en suelo, muros, como en techo.
– Un perfecto control de infiltraciones.
– Implantación de sistemas de ventilación de recuperación del calor.
– Y no debe haber corrientes de aire en el entorno.
Con el Passivhaus, se consigue reducir la contaminación atmosférica y consecuentemente, el cambio climático. Hay que tener en cuenta que los edificios consumen un 41% de la energía total de la Unión Europea.
El certificado Passivhaus, da un mayor valor al inmueble. Y consiste en un documento oficial que se otorga a las construcciones que se consideran sustentables. De ello es responsable el Passivhaus Institut con sede en Alemania. Y se debe contratar previamente a un técnico Passivhaus que ayude en todo el proceso de conseguir dicho certificado, asesorando al respecto. No lo puede realizar ningún otro profesional.
Una construcción que posea dicho certificado, tiene en definitiva un consumo casi nulo de energía, frente a las convencionales. Y aunque su coste es superior, a lo largo de su vida útil, concretamente entre 5 o 10 años, amortiza dicha inversión.
