No hay necesidad de temer de la competencia, por el contrario, hay que abrazarla. Es decir, la competencia es una buena señal de que nuestros servicios son excelentes y otras personas los están imitando ¿halagador no?. La competitividad siempre existirá y si se aprovecha, te ayudará a fortalecer tu marca personal como asesor inmobiliario e hipotecario.
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1. Analiza a tu competencia
Para saber por qué tus competidores son mejores o tienen más éxito debes realizar un análisis comparativo entre lo que tu negocio y los demás hacen. Tal vez los productos son iguales pero el servicio o la atención es superior. Compara paso por paso el proceso de compra, los diferenciadores en la atención, los materiales que utilizan etc. Estúdialos detenidamente y con base en tus observaciones actua.
2. Amplía tu visión
Aunque va de la mano con el punto anterior, aquí lo que tratamos de decirte es que observes tu negocio desde una perspectiva diferente. Busca a alguien ajeno a tu negocio y pídele que te describe cómo percibe tu servicio; las estrategias que utilizas para captar clientes y el proceso de venta. La retroalimentación de otras perspectivas te ayudará a saber cuales son los puntos fuertes y las áreas de oportunidad de tu negocio.
3. Diversificate
Si tu competidor directo está acaparando el mercado con sus productos o servicios, no te desalientes. Tienes la posibilidad de buscar otros medios para compartir y diversificar tus servicios. Si la competencia solo atiende por correo y por teléfono, podrías tú empezar a atender por whatsapp o videollamada. La clave está en ser ingenioso y estar en constante mejora de las áreas de oportunidad que identifiques. Cómo emprendedor y dueño de tu propio negocio, un poco de perfeccionismo no cae mal.
4. Escucha a tus consumidores
El secreto para ser mejor que la competencia no está en espiarla o copiarle, sino en saber qué es lo que quieren y prefieren los consumidores y para saberlo hay que escucharlos y nunca dejar de prestarles atención. Utiliza las herramientas de investigación de mercado que tengas a la mano y nunca minimices la opinión que cada persona tenga sobre tu negocio.
5. Se ágil
Mantén tus relaciones comerciales, pero sé ágil. No estructures tu empresa dependiendo de un único cliente y de tus mismos aliados. La capacidad de adaptarse y cambiar rápidamente de estrategia significa que sobrevivirás (y prosperaras) la próxima vez que la competencia ataque.
