Los agentes inmobiliarios además de requerir un perfil profesional y estrictos conocimientos técnicos, también necesitan un conjunto de habilidades innatas o adquiridas con la experiencia debido a la importancia que tiene el dominio de la aplicación de ciertas competencias y conocimientos para desarrollar correctamente el ejercicio de su profesión.
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Como ejemplo de lo anterior, podríamos vincular que el agente inmobiliario refleje buenos niveles de:
Liderazgo: El liderazgo es indudablemente valorado en todas las organizaciones y equipos de trabajo, debido a que es una cualidad y función que conlleva actividades amplias y visionarias que discierne la competencia y valores de la empresa. Para crecer y perdurar, las organizaciones necesitan liderazgo, compromiso, comunicación, visión, confianza e integridad de sus dirigentes.
Proactividad: Tendrás la libertad de controlar y decidir la respuesta más idónea para ti ante los estímulos del medio ambiente, de acuerdo a sus principios, valores, opciones y alternativas; anticipándote a solucionar futuros problemas.
Productividad: Es un indicador altamente importante en las empresas, ya que tiene como objetivo producir lo máximo y de la mejor manera posible, relacionado estrechamente con el resultado de una actividad y los medios necesarios para obtener dicha producción. Para ello es imprescindible una correcta gestión empresarial que garantice la viabilidad de la operación.
Autogestión: Representa la manera en cómo te controlas a ti mismo en el entorno laboral y la definición clara de tus responsabilidades, metas y objetivos, siendo una competencia clave en la actualidad.
Habilidad: Existen infinidad de habilidades que están presentes en la vida social y laboral, por tanto, cualquier agente inmobiliario requiere contar con habilidades como saber escuchar, tener confianza, ser influyente, persuasivo, etc; con el fin de tener un mayor rendimiento y productividad.
Resiliencia: Contar con una buena actitud ante la adversidad es un factor clave. Para desarrollarla se requiere trabajo constante con el fin de evitar que ciertas situaciones te causen estrés, dolor o sufrimiento y que dejen huella emocional, física y mental.
Dado lo anterior, encontramos la importancia de que el agente inmobiliario debe contar con una formación sólida, así como también con la capacidad de aplicar de forma efectiva sus conocimientos y habilidades. Esto porque en su mayoría el entorno de trabajo suele ser dinámico y vertiginoso, además de requerir un elevado acierto en la toma de decisiones, suma adaptabilidad al cambio y personas capaces de responder de manera organizada a las demandas y requerimientos de las organizaciones y clientes.
