Si estás buscando adquirir una casa para vivir en ella, compra con el corazón, pero si lo que buscas es invertir en el giro inmobiliario, piénsalo y analízalo antes de cerrar cualquier trato. La compra de una casa o departamento para vivir en ella, es una decisión emocional. Todos desean sentir que están obteniendo un buen trato o que las propiedades apreciarán sus valores, pero lo cierto es que la mayoría de las personas que compran una casa para vivir en ella, lo hacen reflejando su personalidad y sus valores.
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Algunos compradores cometen el error al enfocarse en la adquisición de una residencia como una inversión, y pasan por alto factores como son: la calidad de vida, tales como la cercanía a las escuelas de sus hijos, al trabajo, la existencia de parques, centros comerciales, bancos, hospitales, transporte público, seguridad, etc.; todos estos aspectos de la vida diaria que hacen que el hogar sea de calidad, seguro y cómodo.
Por otro lado, si estás buscando una inversión, necesitas tener una idea clara de tus metas.
El negocio de los bienes raíces se caracteriza por ser cíclico, sólido y estable; pese a que la realidad es que puede haber épocas de vacas flacas, pero si está estructurado de una manera correcta, en cuanto a apalancamiento y mezcla, puede aguantar las malas épocas sin ningún problema y a la larga vas a ver un excelente negocio; para ello inicialmente debes especificar si será una inversión a corto o largo plazo.
Los especuladores pueden ganar dinero al adquirir condominios nuevos en la etapa de construcción, para luego venderlos a la primera oportunidad y de esta manera obtener una ganancia rápida; si esto es lo que estás buscando, solo asegúrate de tomar en cuenta todos los costos adicionales que conlleva entrar y salir rápidamente del negocio, ya que muchas veces hay costos ocultos, que si eres un participante inexperto podrías o no tomar en cuenta.
Si tu estrategia es incursionar a largo plazo, busca zonas cuyos precios no hayan llegado a su valor máximo, pero que tienen potencial de aumentar.
