Es fundamental que como asesor inmobiliario tomes en cuenta la importancia del análisis y la prevención de riesgos inmobiliarios. A continuación te describimos tres de los más comunes y que debes evitar.
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1) Falta de preparación: Muchas personas piensan que un asesor inmobiliario solo se limita a cobrar honorarios altos; pero la realidad es que es un profesional para poder ejercer legalmente. Necesita estar capacitado y contar con conocimientos en procesos legales sobre compra venta, renta de inmuebles, conocer los requisitos para valuar un inmueble, considerando el mercado nacional e internacional, tendencias, comercialización, créditos hipotecarios, finanzas, etc.
Cada día los clientes se vuelven más exigentes y sofisticados, es por ello que como agente inmobiliario debes contar con conocimientos sólidos para satisfacer a tus clientes y a su vez vender más inmuebles.
2) No invertir en publicidad: Uno de los errores más comunes en los que recaen los agentes inmobiliarios e incluso empresas, es lanzar un producto o servicio sin su debida publicidad, con el propósito de ahorrar en el presupuesto. Sin embargo, estos ahorros nos impedirán dar a conocer tu oferta comercial.
Para que tu proceso de captación de leads sea sólido, es importante que cuentes con un sitio web y publicidad de calidad. Tenerlos, te ofrece un flujo continuo de clientes potenciales. Recuerda que los formularios dentro de las páginas de destino, son una puerta abierta a los datos de personas interesadas en tu servicio. Te invitamos a leer el artículo 9 estrategias de marketing para vender inmuebles 💸🏠
3) No contar con un protocolo de trabajo: Un servicio de calidad implica poseer procesos eficientes y estandarizados que aseguren no solo la satisfacción y necesidades del cliente, sino también su fidelización como promotores de tu marca.
Un buen protocolo de atención al cliente debe contemplar todas las fases del proceso de compra y establece los estándares y directrices de la prestación de servicios en cada una: ¿qué hacer? y ¿cómo hacerlo?. Toma en cuenta estas cuatro fases para la creación de tu protocolo de trabajo:
- Contacto inicial: siempre debes mostrar total disponibilidad y actitud de servicio.
- Sintonía: Deberás establecer una serie de pautas para conseguir tener un trato amable con los clientes, a través de herramientas de expresión corporal como son la escucha activa, un correcto uso de tu lenguaje corporal, e indagar respecto a sus dudas a través de las de preguntas.
- Imagen: Debes mostrar una imagen de interés en el cliente, propiciada por la capacidad de adaptación a su lenguaje y una adecuada actitud corporal. 😎 Consejos básicos para una imagen profesional impecable
- Conclusión: El cierre debe asegurar la satisfacción del cliente con el servicio, verificando su conformidad con la atención recibida.
Busca mejorar tu atención y servicio al cliente, con ello lograras liderar el mercado inmobiliario. La capacitación constante es tu mejor herramienta y con la plataforma digital de cursos de ICHI, podrás adaptar tus horarios de estudio cuando más te convenga.
