La precalificación es una herramienta que permite tomar decisiones financieras inteligentes y está diseñada para medir la capacidad financiera de cualquier persona, otorgándole una idea muy acertada de cuánto se puede gastar en adquirir una propiedad y validando su capacidad de adquisición.
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El propósito de precalificar a un cliente es el de darle una cifra específica de cuánto debe pagar por un inmueble y cuánto tiempo le llevará hacerlo. En este caso el cliente debe de proporcionarle a su asesor inmobiliario la información precisa de su estado financiero, con el fin de calcular su presupuesto, comprobar su situación financiera, historial crediticio, capacidad de crédito y si es apto para adquirir un crédito hipotecario.
Con esta información podrás darle rangos de precios de inmuebles que puede considerar comprar de acuerdo a su presupuesto.
Entre los beneficios de precalificar a un cliente está que el vendedor de la propiedad sabrá que el posible comprador es una persona seria y financieramente estable para adquirir una propiedad.
Al ser precalificado para adquirir un inmueble o solicitar una hipoteca, dará comienzo para que tu cliente pueda solicitar un préstamo cuando llegue el momento de hacerlo, realizar una investigación minuciosa del perfil financiero e historial de crédito de tu cliente, asegurará prevenir futuros problemas financieros y legales, con el fin de que la transacción se lleve a cabo de manera segura.
Para realizar una precalificación, tu cliente debe de proporcionarte los siguientes datos:
Ingresos
Activos
Deudas corrientes
Propiedades que desea comprar
Posteriormente determinarás si es apto para la compra u obtención de una hipoteca, y pueda pagar el inmueble de su interés.
Toma en cuenta que el cliente no está obligado a cerrar la compra u obtener el préstamo al estar precalificado, simplemente se le otorga una opinión profesional de precalificación.
