Los brokers en la época de COVID-19 se encuentran en un territorio completamente desconocido. Navegar por este nuevo paisaje puede estar lleno de obstáculos nuevos e inesperados. Los brokers hipotecarios pueden adoptar nuevas mentalidades para abordar estos desafíos, las estrategias de campaña para determinar el mejor curso de acción y las tácticas para lograr el éxito.
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Por un lado, parece que la mayoría de la población mundial está en cuarentena dentro de sus hogares por primera vez en siglos. Por otro lado, el mundo exterior se ve más hermoso que nunca y muchas personas aún no conocen a alguien que haya estado gravemente enfermo con COVID-19. Los humanos son notablemente resistentes, pero nos quedamos cortos cuando tratamos de comprender las consecuencias de un enemigo invisible que tiene la capacidad de extenderse exponencialmente mientras permanece sin ser detectado en sus anfitriones durante una semana o más.
Esta lucha entre nuestro deseo de "volver a la normalidad" y la realidad del mundo que nos rodea probablemente no disminuirá por mucho tiempo, pero las personas que van a salir de esto más fuerte de lo que fueron son aquellas que priorizan la lógica sobre las emociones.
Mentalidad 1: Más vale prevenir que curar
Hasta que tengamos mejores datos, el único curso razonable es permanecer conservador. En otras palabras, espere lo mejor, pero planifique lo peor. La avaricia será una caída para muchos. Aquellos que actúan demasiado pronto, antes de tener certeza, están tratando de cronometrar los mercados de una forma u otra. Algunos ganarán mucho dinero, pero la gran mayoría se quemarán. Recuerda, hay billones de dólares moviéndose a través de la economía y los mercados en este momento, hacia arriba y hacia abajo y en todas partes. Ese tipo de fuerza no se preocupa por ti y no respetará tu decisión. ¡Ten cuidado! La solución a esto es simple: deja de preocuparte por maximizar tus ganancias ahora mismo.
Mentalidad 2: Parálisis del análisis
Los riesgos modernos todavía "se sienten" tan peligrosos como los mamíferos depredadores que temían nuestros antepasados. El mercado de valores no te comerá como un león comió cazadores-recolectores, aunque ciertamente puede destruirte. Tratar esas cosas como si fueran el mismo tipo de amenaza conduce a errores en la toma de decisiones.
La mayoría de los problemas con los que nos encontramos se deben a que nos inclinamos demasiado optimistas o demasiado pesimistas. La forma de lograrlo es asumir que vamos a equivocarnos. ¿Qué pasa entonces? ¿Tomamos una pérdida pero seguimos marcando? ¿O destruimos nuestro futuro y vivimos en arrepentimiento?
¿Qué mentalidad estás usando para tomar decisiones en este momento?
