La política nacional de vivienda es un modelo que busca promover el desarrollo ordenado y sustentable del sector, con el objetivo de mejorar y regularizar la vivienda urbana, así como mejorar y construir más viviendas rurales, mientras que la política inmobiliaria es una iniciativa del Gobierno Federal con el objetivo de promover el uso y óptimo aprovechamiento de los inmuebles públicos con el fin de contribuir al crecimiento y despliegue de la infraestructura de telecomunicaciones y radiodifusión.
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En 2011, el entonces presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, presidió una asamblea del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los trabajadores donde se enalteció la política de vivienda de su antecesor (Vicente Fox Quesada) y se le dio seguimiento; uno de los datos que se usó para demostrar el éxito de dicha política es que 1 de cada 10 mexicanos ya contaba con una casa de interés social.
Es importante resaltar que en esa década el Infonavit había otorgado seis millones de créditos en tan solo en 10 años, pero 10 años después, el Censo de Población y vivienda contabilizó 6 millones de viviendas abandonadas en el país (el mismo número que las otorgadas 10 años antes), lo que destaca que la política de vivienda fracasó.
Hoy en día, estas viviendas deshabitadas son un problema social en los distintos estados de la república, como es el caso del Estado de México, con 611 mil y Veracruz con 476 mil, en esta situación.El principal problema de estas viviendas es que se encuentran alejadas de los centros de trabajo, por lo que con el tiempo la salud de sus habitantes se deteriora debido al tiempo de traslado.
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Además, este tipo de viviendas alejadas de la capital, tienden a tener escasa infraestructura, por ejemplo servicio de internet y buena señal telefónica, ambos servicios requeridos y parte de la vida de todos los mexicanos, por lo que la falta o escasez es un problema grave que orilla a los habitantes a regresar a la periferia.
Podemos decir que la falta de infraestructura y medios de transporte público más rápido y seguro es el principal factor por el que las viviendas se abandonan y mientras esto no se solucione cada vez habrá más viviendas en esta situación.
En los últimos años, la banca comercial e Infonavit han unido esfuerzos y creado programas de apoyo a trabajadores y extrabajadores donde se pueden unir ambos créditos y alcanzar un monto mayor para la compra de una vivienda. Con esto los mexicanos pueden acceder a viviendas con mejor ubicación. Aún falta mucho trabajo y esfuerzo para solventar el déficit habitacional y reactivar la economía.
