Debido a la falta de una cultura de prevención por parte de los mexicanos, contar con un testamento no está en sus prioridades. En esta edición del blog te decimos los tipos de juicios sucesorios que existen de acuerdo a la presencia o falta de este documento, y cómo asesorar a tus clientes al respecto.
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En caso de fallecimiento, las propiedades quedan a merced de lo que los familiares puedan hacer con ellas. Contar con uno brinda certeza jurídica a sus herederos, en especial si se trata de menores de edad o de personas que dependen de ellos.
Se conoce como sucesión al proceso de trasmisión de bienes de una persona fallecida a sus herederos y existen principalmente dos tipos:
Uno de los problemas más comunes es que los familiares piensan que el inmueble les pertenece solo por el hecho de vivir en él, o bien piensan que por ser el hijo mayor o menor les pertenece una mayor proporción de la vivienda, sin embargo, esto es falso, cuando existe este tipo de desacuerdo entre herederos el proceso puede llevar años.
Por otro lado, muchas personas no realizan un juicio sucesorio y pasan la vivienda de generación en generación, pero el problema comienza cuando la quieren vender o bien los herederos no están de acuerdo, en estos casos se tiene que abrir varios juicios sucesorios, uno por cada persona fallecida.
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Lo anterior causa muchos gastos a los herederos, pues deben pagar los juicios testamentarios, avaluó del inmueble, gastos de honorarios, tanto del abogado como del notario. Estos pueden ser muy elevados y el juicio o juicios pueden llegar a tardar varios años.
Puedes consultar más información al respecto en el Código Civil del artículo 1281 al 1294, donde se establecen las regulaciones para las sucesiones, ya sean testamentarias o intestamentarias. Es importante que menciones a tus clientes que pueden realizar un testamento al momento de firmar las escrituras de su nueva casa, con esto aseguran que su vivienda quedará en buenas manos si llegan a fallecer.