El trabajo desde casa o "home office" se ha instalado en muchos sectores como una solución para continuar operando con relativa normalidad, pero sin tener que asistir a los centros de trabajo para cuidar la salud propia y de los colaboradores. En el sector inmobiliario no ha sido la excepción, y los profesionales dentro de él deben adaptarse a un modelo de trabajo mixto que les permita operando.

 

También te puede interesar: Diseño de espacios de trabajo para la nueva normalidad

 

El homeoffice para quien se encuentra dentro del sector inmobiliario, es una herramienta insuficiente porque no se puede prescindir del trato y la gestión presencial con los clientes. Y es que en las operaciones inmobiliarias, resulta prácticamente obligatorio cumplir con la visita a los inmuebles, la relación personal entre cliente y comercial inmobiliario, y las negociaciones posteriores. Sin embargo, una parte del trabajo de las agencias inmobiliarias se ha podido trasladar a la modalidad del trabajo en casa.  Como llamadas o mensajes de whatsapp, envíos de correos, llamadas a nuevos clientes o gestión documental y administrativa.

Si el homeoffice tiene más ventajas o más inconvenientes es una controversia que ahora mismo está sobre la mesa. Y deberá pasar un tiempo antes de que se puedan medir resultados reales que permitan cuantificar el mayor beneficio o perjuicio de su implantación.

No obstante, existen una serie de cuestiones donde las ventajas del teletrabajo son claras.

  • Minoración de los costes fijos de la empresa, al reducir gastos en alquiler, en suministros energéticos, en consumibles y en mantenimiento de los locales comerciales y oficinas.
  • Mejor conciliación de la vida laboral y personal.
  • Reducción de gastos personales (en transporte, comidas, etc.).
  • Disminución del absentismo laboral.
  • Optimización de la gestión del tiempo.
  • Descenso del estrés laboral.

En el caso del sector inmobiliario el desarrollo de la actividad profesional conlleva un estrecho y continuo contacto con los clientes, vendedores y compradores. Y siempre ha requerido ineludiblemente de una parte presencial de enorme trascendencia. Y es que los buenos profesionales inmobiliarios no “trabajan con casas” sino que “trabajan con personas”.

No podemos olvidar que existen otras cuestiones, como es la de la visita a los distintos inmuebles, que requieren necesariamente de una acción presencial. Sin esta es prácticamente imposible la completa realización del trabajo. Y, por tanto, el cierre de la transacción inmobiliaria. 

Los tiempos son difíciles, sin embargo existen herramientas digitales que si bien, no harán el 100% de nuestro trabajo, si pueden ayudarnos a seguir con nuestro negocio. Lo importante es seguir capacitándose para adaptarse a los cambios del sector y a las necesidades del consumidor

Conoce nuestro curso...

Déjanos tus comentarios...

También te puede interesar: