Los asesores inmobiliarios o agentes de bienes raíces, como también se les conoce, además de ayudar a las personas de encontrar la casa que se adapta a sus necesidades de entre toda la oferta de inmuebles, también asesoran en todo el proceso, incluso en aspectos legales, para que la compra sea más segura. 

Los que somos parte de esta profesión, debemos asegurarnos que esto es lo que se sepa de nosotros, sin embargo, existen aún mitos alrededor de nuestra profesión. Te decimos los 3 principales y cómo combatirlos. 

Comenzar como agente de bienes raíces es difícil, no importa en qué mercado estés comenzando tu carrera. Deseas comenzar a construir y establecerte como un profesional de la industria, teniendo en cuenta los objetivos a largo plazo.

Es como cualquier atleta profesional novato que comienza en las grandes ligas y se enfrenta a veteranos que tienen años de experiencia en su haber, y no se sabe cómo jugar adecuadamente el juego.

Las personas que buscan vivienda para comprar por primera vez se enfrentan a un proceso lleno de miedos e interrogantes. Se enfrentan a la mayor inversión económica que han realizado hasta el momento y esperan que el agente inmobiliario les ayude a lo largo de todos los pasos. El papel de los profesionales del sector es fundamental, y asesorarlos adecuadamente resulta la mejor manera de lograr su confianza como clientes.

El agente inmobiliario debe reunir diversas cualidades: saber escuchar y ponerse en el lugar del cliente, dominar la información del sector de la vivienda, conocer el funcionamiento burocrático y estar al día de las posibilidades de financiación de cada momento. Y todo, con la máxima rigurosidad, compromiso profesional y un trato de lo más cordial posible. Conseguirlo no es fácil y hay algunos errores que delatan la inexperiencia de quienes acaban de empezar.