Se sabe que un mal cliente puede arruinar tu negocio. Pero no porque ejerza un poder maligno, la mayoría de las veces ni son conscientes de que sus actos tienen esa consecuencia. Así pues, más que hablar de malos clientes, habría que mencionar las malas decisiones a la hora de proteger tu negocio. Lo creas o no los clientes se seleccionan, pero no hace falta poner un guardia en la puerta.
In
Emprendimiento,
Asesores Inmobiliarios